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Tanto el olor como el sabor de un aceite de coco son indicadores de su calidad. El aceite de alta calidad despide unas notas de coco suaves que también se revelan en el paladar. Por eso, en cada tarro de aceite de coco bio premium de Dr. Goerg se puede degustar todo el aroma del coco. Se nota el sabor a coco fresco. Por lo tanto: Confía en tus sentidos.
Por desgracia, no todos los fabricantes de productos de coco los elaboran como Dr. Goerg, es decir, justo tras recolectar los cocos frescos. Algunos productores almacenan los cocos en grandes depósitos o los dejan secar en el borde de la carretera. Estos cocos esperan varios meses a ser procesados: esto no es poco común y tiene consecuencias en la calidad y en el sabor del aceite. La mejor alternativa son los cocos bio recién recolectados. Los cocos de Dr. Goerg no esperan más de 72 horas desde su recolección hasta su elaboración. Tampoco se rocían con insecticidas ni pesticidas. La mejor calidad dentro de un tarro de cristal.
Cuanto mejor es la elaboración, mejor es el producto final. Para el aceite de coco, este factor es todavía más importante, por lo que merece la pena tener unas nociones del proceso de prensado. Esta calidad superior se consigue con un primer prensado en frío cuidadoso. En este proceso, la temperatura de prensado no supera los 38 °C para que se conserven los nutrientes valiosos de los cocos.
Menos es más; al menos cuando se trata de aditivos y aromas artificiales. Un buen aceite de coco no contiene ningún tipo de aditivos. Lamentablemente, es una práctica común modificar el aceite de coco artificialmente para cambiar su sabor. Además, se blanquea y endurece con productos químicos para conseguir el color y la consistencia deseados. Todo esto está muy lejos de mantener un producto en su estado natural. El carácter natural del aceite de coco es una señal de calidad visible. El aceite de coco es sólido por naturaleza a temperaturas ambiente inferiores a 24 °C.
El aceite de coco es un complemento ideal para una alimentación sana siempre que se conserven sus valiosos nutrientes. Estos pueden perderse fácilmente en los procesos de refinado o prensado en caliente. En cambio, con el prensado en frío se consigue un aceite muy puro. Además, un buen aceite de coco contiene altos niveles de ácido caprílico y ácido láurico. El cuerpo los absorbe con facilidad y le proporcionan energía directamente. Además, al ácido láurico se le atribuyen propiedades positivas frente a virus, bacterias y hongos. Por eso, un buen aceite de coco debe presentar un contenido alto de ácido láurico. ¡El aceite de coco de Dr. Goerg tiene un valor récord de hasta un 59,42 %!
En un tarro de aceite de coco, lo más importante es el contenido. Pero el material exterior que lo envuelve también es fundamental, debido a que un mal envase puede repercutir en la calidad del aceite que contiene. No es para nada recomendable que el material de embalaje contenga sustancias químicas nocivas. Por eso la tapa de nuestros tarros de cristal no contiene PVC ni plastificantes. Un envase vegano que cuida el medio ambiente.
La regla no escrita para el aceite de coco es: El mejor aceite de coco viene directamente de la naturaleza, sabe fresco, conserva todos sus valiosos ingredientes y está libre de aditivos artificiales - como el Aceite de Coco Orgánico Premium del Dr. Goerg.